lunes, 27 de octubre de 2008

Mis nuevos amigos son vecinos de Joaquín Sabina!!!

Ya ha pasado mi primera semana aquí en Madrid y hay tanto que contar que este post se haría demasiado largo. Así que trataré de resumir lo más saltante de estos primeros días. En primer lugar, debo confesar que desde llegué tengo una sensación súper rara. Es la primera vez que llego a una ciudad y no me siento una turista, lo que es lógico porque no lo soy, pero al mismo tiempo, todavía no me siento parte de Madrid. Me siento cómoda, eso sí, hasta ahora felizmente me he reencontrado con amigos, o he conocido nuevos que son muy buena onda, pero igual es una sensación extraña esta de empezar a vivir aquí...


La Plaza Central de Madrid

Madrid es... bonita. Bueno, es que comparada a otras ciudades de Europa que he tenido la suerte de conocer, pues... no tiene el mismo encanto de París (pero dudo que muchas ciudades lo tengan), pero pienso que es una buena ciudad para vivir. Según me dicen hay como 5 o 6 millones de habitantes, y está mucho más ordenada que Lima. Acá los carros ceden el paso a los peatones y hay un metro, por supuesto, que aunque no puedes ver la ciudad cuando estás en él, puedes cruzar todo el centro en menos de 30 minutos, lo que en Lima, dada las condiciones actuales pre APEC duraría no sé, 1 hora maso. Quique, que es un amigo francés (sí, para variar) que conocí en Lima hace 4 años, vive acá, y felizmente ha tenido un poco de tiempo para llevarme a pasear por el centro y de paso, probar los vinitos españoles y sus tapitas. (Moraleja: no comer chorizo frito y los champignones a la plancha también son grasosos). El centro de Madrid es muy chévere, lleno de gente, con calles peatonales antiguitas, muy bacán. Además que realmente se puede ir a cualquier sitio caminando. El que toma metro para moverse en el centro es un flojo!!! Yo no lo soy, porque aún no conozco la ciudad y no quiero perderme ;)

Ahora, la siesta existe, y si un español trata de convencerlos de lo contrario, como a mí antes de venir, NO LE CREAN! De 2 a 5 todas las tiendas están cerradas. Lo único abierto son los super mercados y los bares, oh qué casualidad. Los que trabajan en oficina no tienen ese horario, pero digamos que yo, vaga hasta las 5 de la tarde que empiezan mis clases, de 2 a 5 estoy privada de encontrar cosas. El otro día fui a abrir mi cuenta al banco, quería comprar un paraguas, cuando salí temprano, la tienda todavía esta cerrada, y cuando regresé después de pasear un poco, la tienda estaba cerrada. Yo que soy hija de Lima, una ciudad en la que encuentras todo abierto hasta las 9 PM, me cuesta. El banco, por ejemplo, sólo abre hasta las 2:30, sino puedes ir en la mañana, fuiste. 

El finde pasado estuvo diver. El sábado me fui a la piscina con Berengere, bonito... acá hay piscinas municipales que no son tan caras, pero tampoco tan baratas, normal no? Y en la noche fuimos a la casa de Sandra, una colombiana amiga de ellos. Estuvimos jugando pictionary, la versión nueva que no recomiendo y comiendo pizzas, humm qué rico! Gabriel es otro colombiano que recién acaba de llegar y me estuvo contando quiénes son sus vecinos. Esto sólo pasa en Madrid, al costadito en el 4to piso, vive quien?? Joaquín Sabina, más allacito, Pablo Milanes. Del otro lado... Joaquín Cortez y para que los chicos se mueran de la envidia, al frente, vive Angie Cepeda. Me pregunto si ellos querrán hacerse mis amigos también :P Genial no?

Sebastian y Berengere caminando en Miraflores de la Sierra

El domingo Sebastian y Bere me llevaron a Miraflores de la Sierra. Sierra madrileña, muy linda, es un bosque lleno de pinos, donde se puede hacer picnics, pasear con la familia, recoger setas (champignones) y claro, hacer un poco de trecking... Les cuento que vi las casitas de los pitufos, son muy bonitas, pero Bere me dijo que si las comes te mueres, estos pitufos saben bien donde vivir. Supuestamente íbamos a hacer un pequeño treck de unas 3 horas, comer en la naturaleza y volver. Bueno, la primera parte era bajada, tranquila, bonito, observando la naturaleza, respirando aire puro, bacán. El regreso, era una subida tranquila, pero igual para una Carmencita que no hace mucho ejercicio, su corazoncito hacía pum pum pum pum. Pero hasta ahí, todo bien. Hasta que a Sebastian, se le ocurrió tomar otro camino para llegar más rápido al carro, jaaaa!!!!!!!! El atajo resultó super largo, porque al final rodeamos todo el bosque y tuvimos que ir por un trecho de piedras atravesando la montaña para poder volver al camino original y por fin, llegar al carro. Resultado: El treck de 3 horas se convirtió en uno de 7 y llegamos como 4 horas más tarde de lo previsto a casa. Hoy no puedo mover las piernas, me duele la rodilla y quiero usar todos los ascensores y escaleras eléctricas que pueda, horror. A pesar de todo, fue muy bonito, y he aprovechado de conocer un poco más de este país.

Yo le di la vuelta a ese bosque y más!

Hoy empiezan mis clases y tengo una 2da cita para ver un depa. Crucen los dedos, quizás el 1 de noviembre ya tengo casa!!!! Ahí los dejo por ahora, próximo blog: Las palabras a las que me empiezo a acostumbrar, las que siempre diré y las que jamás me van a brotar! 

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