martes, 13 de enero de 2009

Un 2009 lleno de sorpresas

Oh lala, lo que hacen las vacaciones para que me atrase en esta tarea voluntaria de escribir mi pequeño blog. Pero las vacaciones han terminado y he vuelto, para contarles los grandes acontecimientos del año, las novedades, las vejedades, las sorpresas que me da la vida sin que se las pida y un frío horroroso del cual ya estoy harta... comencemos.

El 2009 lo recibí bien, aunque de una forma extraña en una noche bastante acontecida. Partimos el 31 por la mañana desde Chapery a Paris, y llegamos como a las 8 después de atravesar el béndito tráfico de esa maravillosa, pero sobrepoblada ciudad. Intentamos llegar a casa de Sarah, la loca que vivió conmigo y con Alice en nuestra linda Casa de Cartón. Y digo intentamos porque nos dio el número equivocado y tocamos como 2 puertas distintas, hasta que salió Alice a buscarnos, (sí, ella también estaba en Paris) y a darnos muchos abrazos :D El plan era ir con ellas y unos amigos más a una fiesta brasileña, todo por un módico precio de 25 euros, oyoyoy, Paris Paris. La fiesta estuvo chévere, con un grupo en vivo y toda la cosa, el trago caro, normal pués y la gente, vamos a decir "alegre". Sin embargo, debo decir, que a diferencia de la Navidad, donde el frío y la nieve iban como anillo al dedo, el año nuevo fue extraño... Aunque lo pasé bien, me faltaba el mar, el calor, ver las estrellas, bailar salsa, tomar pisco y sobretodo, el mar (redundancia apropósito), meter mis piés en el agua y gritar con Mily, "que se vaya todo lo malo y que venga todo lo bueno", jejeje Y ver las fotos de ustedes, en la playa, bronceados y medio calatos no me ha ayudado, abuuuuuu!!!!!!

Más allá de eso, ha sido un comienzo aunque extraño y no esperado, bueno. En Paris aprovechamos para ver a varios amigos, entre ellos Christine, mi osito alcohólico frances africano que ahora está esperando un bebé que estaba desesperado por salir y casi nos mata del susto. Pero parece que ahora se ha quedado algo tranquilo. Verla después de 4 años ha sido genial, ha cambiado mucho y al mismo tiempo no ha cambiado nada. Fue una de esas ocasiones en que te das cuenta que a veces la distancia importa un carajo, porque el cariño siempre va a ser más fuerte. Espero poder volver a Paris en un par de meses a ver a su wawa (aún no sabemos si es ñaño o ñaña) y darle muchos besitos!

En los previos antes de salir a la fiesta

Después de eso, seguimos con el tour de Francia para poder ver a varios de los amigos de Yann y a algunos míos también. Fuimos a Strasbourg, ciudad en la que estudió sus últimos años de arquitectura y donde conoció a las personas claves que lo mandaron hasta mi Perú, yeee! Luego fuimos por Lyon a ver a su padrino y a un trío que hace sólo unos meses atrás nos había hecho reir con sus locuras francesas en Lima, y así sin esperarlo, vimos a Angelique, otra francesa amiga de desco, que se supone vive en Montpellier, pero el destino nos hizo encontrarnos de casuela en Lyon. Lo malo fue el frío, un viento que hacía sentir -12 grados centígrados y que casi casi me impide disfrutrar de las maravillas de esta ciudad. Seguimos la marathon hasta Grenoble, donde vimos a su hermanito y a una loca más, la Soso, la del depa de loco. Es tan raro y tan bonito ver a los amigos después de tanto tiempo. Aprovechamos la cercanía para visitar a su abuelito que es un sol y luego partir hace una breve escala en Montpellier, hacer bien las maletas y fugar a Marseille a ver a una amiga de Yann y a mi Mathilde linda. Lo malo es que las dos eran propietarias de lindos gatitos que hicieron mis noches un poco difíciles, pero no importa, porque había logrado despistar al frío y gozamos de un maravilloso sol para comer en una terraza en pleno enero francés y para pasear en barquito y visitar las "calanques" de Cassis, una ciudad vecinita.

Y aquí llegó la sorpresa, más sorpresa de todas. Aunque feliz del viaje y de estar con Yannito, estaba cansada, y tenía muchas ganas de volver a casa. Y Yann me preguntó: A cuál casa? a Lima? y al principio dije Sí! Pero luego lo pensé bien y dije, No, no quiero ir a Lima, quiero ir a casa, a mi casa de Madrid. Yo misma no podía creer lo que estaba diciendo y lo que estaba sintiendo!!! Y es que depronto me golpeó: Madrid es mi casa. Hace un año, ni siquiera soñaba en vivir aquí y hoy me siento feliz de estar en mi cama, en mi piso, con mis compis... es loco. Supongo que es un buen signo de que la adaptación ha sido buena, o quizás que ya el francés me tenía harta, jejeje. Pero les digo que estos días no he tenido pereza de ir a clases, al contrario, más activa que nunca, hasta estuve feliz de escuchar el acento, y más raro aún, ya no se me hace raro oirlo... uffa... no se preocupen, todavía no hablo como ellos y dudo que lo haga, pero digamos que ya me acostumbré a que sea parte de mi rutina y mi vida en Madrid. Y no es que no extrañe Lima, ni a mi familia, a mis ricotonas y ricotón de Gabriel y a mis amigos, porque extraño mucho, pero así, sin darme cuenta, ahora siento que tengo dos casitas y 2 vidas. Una esperandome en Lima y ya falta poco para volver. Y otra acá en Madrid, con nueva gente, pero que me ha dado mucho cariño y que hoy me hace sentir feliz de volver a su frío, con su sol y su nieve (porque el clima está loco).

Con Yannito y Marsella detrás

Nada, este 2009 promete, qué cosa, no sé, pero promete ;) Y aunque sea con retraso, espero que ustedes encuentren en este año todo aquello que buscan, que las buenas chambas lleguen, que la crisis no nos golpee demasiado, que el verano sea rico y el invierno corto, que nos enamoremos todos de la vida, del amor y que amemos mucho este año, con ejercicio incluido, para quemar los rollitos. Y antes de ponerme más cursi, para que virtualmente me sigan acompañando en esta etapa de mi vida, sólo me queda mandarles desde mi huequito madrileño todo el cariño que puedo... y es que el inverno está duro y me quedo con un poquito para no morir de frío ;)

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