La isla bonita...

A principios de esta semana estuve en Mallorca, esa isla tan bonita española, llena de playas bellas y muchos turistas, sobretodo alemanes e ingleses. Pero yo no fui para hacer la fiesta día y noche, yo fui a ver mi linda familia. Mis 2 primos Montoya que hacen sus vidas por allá. Tenía muchas ganas de ver a mi Sheshita además, mi primo que inició su aventura en Barcelona hace unos años y ya lo extrañaba desde que yo estaba en Lima... felizmente el dinero alcanzó (a pesar de todo, gracias Ryanair) y pude escaparme unos días a verlos... Además conocí a mi sobrino Dani, tan lindo él, recién somos los primeros familiares que conoce, ya le he dicho a los padres que lo lleven a Perú, donde sus 40 primos y primas estarán felices de conocerlo y jugar con él, ojalá se animen y lo hagan...

Con Dani, mi sobrino lindo!

Palma la verdad, es que es muy bonita. Su centro histórico es super monis y la Catedral, que es super vieja tiene mucho encanto, en parte gracias a Gaudí que le dio su toquesito... Felizmente el Shesha se tomó un día libre para pasear conmigo y Jorge nos acompañó por ratos... Pude ver el Castell Belver, el único castillo redondo en Europa según dicen..., vimos el pueblo español, que es... como decir... un resumen de España en unos 1000 metros cuadrados :P Es decir, réplicas de las ciudades españolas más importantes... La tarde la pasamos en el centro, haciendo shopping (yo) y luego a la playita!!!!!!!

Con mi Cesitar!!!

Pero sinceramente lo mejor del reencuentro, fue el banquete que me preparó mi primo... Anticuchos, papita a la huancaína, arroz con pollo y claro, un cevichito como Dios manda... madre mía, yo sé que cuando regrese, me voy a comer el Perú entero... Luego de eso, los días han transcurrido tranquilos entre la piscina y la playa, la playa y la piscina y la playa... el Mediterráneo es, tal como lo define Marcela, mi prima política, una sopa caliente. Jejeje, es verdad que es encantador, todo azul, bonito y con sus aguas tibias en las que te metes sin problemas. Pero no había olas y luego el hecho de que esté caliente, en medio de tanto calor... no sé, tan rico que es mi frío Pacífico, que de pacífico no tiene casi nada y más bien te pones a jugar con las olas todo el rato. Pero nada, igual, el Mediterráneo está muy bien para nadar y tirarte de panza a dejar que el sol te bronzee. Yeah!

En el mar... la vida es más sabrosa...

Desafortunadamente, los días en Mallorca se acabaron y tuve que voler a mi linda, pero increiblemente calurosa Madrid, a disfrutar de mis últimas 4 semanas aquí. Los euros ya casi desaparecen, pero alcanzarán para comprar unos vinitos y chocolates para la familia, sin problemas :) Y aunque me encantaría quedarme más tiempo en las europas, mi estómago me está reclamando un rocoto relleno, un delicioso tiradito y un picante de cuy de mi tía Elena, hummmm. Sin contar claro, que me muero por ver a Micaela y Camilia y llenarlas de besos y esperar para que Gabriel no me tenga miedo y en algún lugar de su memoría esté la tía Carmen...