domingo, 30 de noviembre de 2008

El frío llegó a Madrid

Todo estaba super bien, el otoño madrileño me hacía poco pero parece que el frío ha decido llegar de una buena vez. Hasta la semana pasada estábamos a una temperatura de 7 o 10 grados centígrados, pero ahora ya el promedio es 4 y en las noches debe estar llegando a -3 en sus momentos más invernales, horror! Los madrileños dicen que normalmente hace este frío recién en enero y pues, todavía no es diciembre. Yo tengo algo de miedo de que la temperatura baje aún más en los meses por venir, pero los españoles me dicen que no, que esto es lo máximo, esperemos sea así y que de hecho, la primavera llegue antes también. Ojalá que el cambio climático no haga que la cosa se ponga peor. Lo que sí, según me dice Quique, se puede que veamos nieve en Madrid más pronto de lo planeado, manya, nevaba en Madrid y yo ni enterada...

Ahora sí ya no salgo sin mis lindos chullito y guantecitos de alpaca, porque hace un frío que te congelas todo, sobretodo las orejas, y creo que esta semana empezaré a ponerme pantys debajo del jean, o me compraré unas súper medias que venden acá que suben hasta más arriba de la rodilla. Pero lo cierto es que aunque frío horroroso no es igual al frío de Lima, a ver cómo lo explico... Es que en Lima la humedad te mata, porque aunque la temperatura no baja de 13, ya en lo peor a 11, la humedad hace que una se sienta fría no importa cuánto abrigo te pongas encima, ustedes mis amigos limeños saben a lo que me refiero, da igual si te pones guantes o no en Lima, igual vas a sentir tus manitas como si estuvieran recién lavadas, es decir: húmedas. En cambio acá, sí hace un frío espantoso, pero te pones tus capas de ropa, (me encanta vestirme en capas), un buen abrigo o casaca, tu gorrito, guantes y estás lista! Lo único malo es que me encantaría ponerme un pasamontañas, porque mi carita linda sí se enfrenta a los fríos vientos de Madrid y se me reseca mucho la piel, además que es el único pedazo de mi cuerpo por donde se filtra el aire, pero en fin, un pequeño detalle nada más. 

Ahí detrás el costado del Palacio Real, frío!!!!

La otra cosa que se me hace súper rara es que hay sol. Como buena limeña que soy, estoy acostumbrada a que si hace frío, no hace sol. Hay que decirlo, aún si es invierno, si en Lima sale el sol te calienta todo el ambiente no? Pues acá no, hace un sol buenote, tanto que tengo que salir con lentes para el sol para no quedarme ciega, pero no calienta demasiado. Si estás bajo el sol, ya se siente más calentito, pero no lo suficiente como para motivarme a quitarme las 3 capas que tengo encima. Parece que así se vive en una ciudad que no tiene mar y montañas como la nuestra, que forma una capa de nubes impresionante (sin contar la contaminación). Es divertido, un poco extraño, pero divertido al fin y al cabo. Porque aún con el frió, el sol te cambia la vida, te da ánimos, te provoca salir a caminar un poquito, hasta te hace pensar en la locura de irte a hacer un picnic al parque, jejeje, que aún no he hecho...

Lo que sí hice esta semana fue ir al Palacio Real, había una visita preparada por la Fundación Carolina. Debo confesar que me sentí un poco mal al ver tanto gasto en el Palacio, no podía evitar pensar, "ahí está el oro de toda sudamérica, cuántos indios murieron para que estos reyes tuvieran tanto, abuu". Lo cierto es que la guía, una señora bastante amable, está muy orgullosa de sus reyes. Pues, a cada quien su royo no? Lo mejor es que luego me fui  a comer peruanito a un restaurante que encontré en el centro. No está muy caro, el menú estaba 8.75 euros, (no hagan el cambio, porque todos salimos perdiendo), es de los menús más baratos que hay, la mayoría están de 10 para arriba. Fui con unas amigas del máster que querían probar conmigo este sitio, qué aventura! Pues comí un tamalito buenote, anticuchos!!!! que me calmaron el antojo que tenía desde que llegué aquí, un ceviche que no estaba demasiado rico, pero nada mal, papa a la huancaína no muy picante, pero bien rica y un arroz con pato delicioso, hummmm. También había chicha y por supuesto, terminamos con un pequeño pisco sour, para llegar bien sazonadas a las clases, jejejeje

Con Ana María, Andrea y Kasia, pisco sour, hummm!

Pero antes de llegar a clases, mientras caminábamos hacia el instituto, que no estaba demasiado cerca pero tampoco demasiado lejos, jo! Quién cree que se aparece caminando viniendo del otro lado?? Faz!!! jajaja Había llegado el día anterior, pero como él y mi novito son tan organizados, no tenía mi número para llamarme. Pero como el destino es realmente increíble, nos cruzamos así en las calles de Madrid, sin previo aviso, como suelen darse las mejores cosas en esta vida, no? 

Pues nada, felizmente tuve la oportunidad de verme con el Fazito antes que se vaya a Marruecos y seguro lo veré en Montpellier en unas semanas cuando viaje con Yann, que ya falta muy poquito para las vacaciones, yeeee!!! Pero antes, tengo que hacer unos trabajos, qué se creen? yo vine acá a estudiar, el recreo y la exploración de la ciudad son sólo parte del trabajo ;)

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